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viernes, 21 de octubre de 2016

En aras de una nueva educación

Por Pacelli Torres

Corresponsal del Chicamocha News en Europa

Ante todo quisiera agradecer a las directivas de la Normal Superior Francisco de Paula Santander y del Colegio de Nuestra Señora del Rosario por la acogida que me brindaron durante mi pasada visita a Málaga. En ambas instituciones estuve desarrollando talleres sobre Educación Waldorf y Antroposofía.

En todo el mundo está creciendo la preocupación de que a nuestros niños les estamos robando la infancia. La educación, que debería ser un proceso liberador, se ha convertido en una especie de tortura sicológica durante la cual los niños y niñas crecen con el fastidio de tener que hacer sus deberes y donde prima la competición y el egoísmo. Aparte de eso, la fuerza motriz de la educación, como la conocemos hoy en día, es el miedo. ¿Qué podemos esperar de una sociedad educada bajo el miedo?

La educación Waldorf es una de las medidas que podrían aplicarse para mitigar el daño que le estamos haciendo a las nuevas generaciones. El verdadero cambio, sin embargo, debe producirse primero tanto en la mentalidad de las maestras y maestros como en la mentalidad de los padres. Deberíamos entender que la calidad de la educación no significa que los niños aprendan informática e inglés tan temprano como sea posible, ni que al niño se le sobrecargue con información y tareas. Educar no es un proceso de inculcar conocimientos, es un proceso de desarrollar las potenciales internas de cada ser. Todos tenemos potencialidades diferentes. "El educador es al niño lo que el jardinero a sus semillas".

La verdadera calidad en la educación consiste en que al niño o la niña se le respeten sus etapas de desarrollo. Hace casi cien años, el filósofo austriaco Rudolf Steiner sentó claras directrices al respecto. En los tres primeros años de escuela debe trabajarse el sistema motriz. Se debe enseñar en base al ritmo y se debe hacer especial énfasis en "experimentar". La frase clave en este periodo es "El mundo es bueno", y se desarrollan los valores morales mediante el relato de cuentos de hadas y fábulas.

En cuarto y quinto la frase clave es "El mundo es bello", se trabaja la parte afectiva, y la base de la enseñanza es "describir".

En sexto, séptimo y octavo, el niño por fin alcanza el nivel donde es posible "analizar". En este periodo la frase clave es "El mundo es verdadero". Steiner decía que es imposible analizar algo que no se haya experimentado y que no se sepa describir.

Un ejemplo práctico sería pedirle al niño o la niña que corte una naranja, eso sería "experimentar", luego se le pediría que "describa" la naranja, la textura, el aroma, la forma. Seguramente surgirá la conclusión de que la naranja está dividida en tajos. En tal punto se le pide al estudiante que piense en objetos diarios que también estén divididos, esto sería "analizar". A continuación se le haría notar que la naturaleza divide y que nosotros, los humanos, también dividimos, a lo primero se le llama inteligencia invisible y a lo segundo inteligencia visible. Con este preámbulo pasaríamos a introducir el concepto de fraccionarios en la clase de matemática, como algo perfectamente hermoso y aplicado a la vida diaria, y no como algo que deba aterrorizarnos y sin ningún sentido. Fue así como fuimos frustrados muchos de nosotros.

Si bien es muy difícil implementar todos los principios de la educación Waldorf en instituciones oficiales, por lo menos se podrían aplicar algunos de sus métodos.

Espero que el trabajo que hicimos en la Normal con los estudiantes de formación complementaria pueda verse reflejado en un cambio de actitud en los años venideros y que poco a poco reganemos nuestro derecho a un verdadero desarrollo integral.

Reitero mis agradecimientos a las profesoras Rubiela Caicedo Herrera y Adriana Moreno Vargas de la Normal, y a la rectora del Rosario, Jeny Patricia Niño Guerrero, por la invitación para realizar estos talleres, y por la audacia de mantener una mente abierta.

viernes, 16 de septiembre de 2016

Los jóvenes también opinan sobre el proceso de Paz. “Más allá del SÍ y el NO”



Por María Alejandra Meneses Delgado

Yo no escribo por el SÍ o por el NO que tan de moda están por estos días en todos los medios de comunicación a nivel nacional e internacional, lo que quiero es hacer un llamado a la conciencia y, sobre todo, a la transparencia de aquellos que apoyan y hacen campaña por una y otra decisión y que, desgraciadamente, muchos colombianos, irresponsables por demás, van a tener como único fundamento para tomar su decisión.

Con sorpresa y con un poco de tristeza veo los argumentos con los que muchos intentan convencer por un bando y por el otro, debatiendo la paz con ideas y falacias argumentativas propias de bandos políticos (porque en este país ya no se puede hablar de ideologías) y poniéndole al sí y al no los nombres de aquellos personajes de la vida y la actualidad política de este país.

Y digo que lo veo con tristeza porque no puedo entender cómo hoy, en pleno 2016, los discursos "politiqueros" en torno a la paz pretenden crear una división y polarización tal que recrea perfectamente la división del mundo en el periodo de guerra fría que, me permito informar a algunos personajes que al parecer estaban distraídos dividiéndose las riquezas de este país, terminó hace más de 20 años.

En serio, ¿somos tan tontos en este país para no darnos cuenta que la verdadera violencia empieza por el desconocimiento del otro? Me atrevería a decir que Colombia está en guerra desde que llegaron los españoles a nuestras tierras y vieron en las diferencias una amenaza, matando todo lo que se les atravesaba en nombre de la civilización. Desde ese momento, al parecer, nos quedó por costumbre ver al que es diferente o al que piensa distinto como el enemigo, como la amenaza que debe ser atacada y, desgraciadamente con cada palabra que se utiliza en los discursos, se nos infunde más miedo a lo diferente y se promueve más la división. 

Tampoco puedo entender cómo cada día se reorganizan más los discursos de los políticos (y los politiqueros que replican lo que dicen sus "líderes" como si fuera palabra sagrada) con mentiras, ¡y la convicción con la que hablan de los fantasmas que ellos mismos se inventan para seguir asustando a la gente con posibles realidades futuras que no existirán jamás! Lo que más me entristece de esto es que siempre terminamos creyendo en sistemas políticos inexistentes, libertades restringidas y no sé cuantas más cosas que terminamos replicando irresponsablemente como si fueran una verdad absoluta.

No voy a debatir con discursos políticos ni tomo mi decisión basada en el apoyo a uno u otro de los nombres que suelen dividir el pensamiento y las decisiones en este país. Es un absurdo enorme seguir la corriente de tantos que toman los discursos del mejor postor, de acuerdo a sus intereses personales, e irresponsablemente los gritan a los cuatro vientos, aprovechando la poca o mucha influencia que tienen en la gente, como si fueran palabra sagrada.

Hoy quiero hacer un llamado a la conciencia. Primero, a aquellos que abiertamente hacen campaña por el SÍ y por el NO, señores: si piden que se hable con la verdad, hablen con la verdad; si piden que se utilicen argumentos reales, ustedes también utilicen argumentos reales. Segundo, a los politiqueros que tanto replican las falacias argumentativas de sus "líderes" de momento, muchos de ustedes perdieron la autoridad moral hace mucho tiempo para hablar de paz y aún más de transparencia, eso está más que claro para todos, pero al menos tengan la conciencia para informar correctamente a los ciudadanos y, ante todo, los invito a que dejen el cinismo de lado. Tercero, a los ciudadanos, los de a pie, los que tenemos la decisión en nuestra mano, seamos responsables y leamos el acuerdo, dejemos de lado los argumentos de unos y otros y construyamos nuestra propia idea sobre lo que vamos a decidir.

Más allá de la decisión de cada quien, más allá de si deciden por el sí o por el no, hagamos de esta oportunidad un acto de reconciliación entre los diferentes, debatamos con argumentos, demostremos que los de a pie somos diferentes a quienes se matan por el poder y, ante todo, hagamos de esta la posibilidad de que los colombianos cambiemos el pensamiento bélico y agresivo con el que nació este país y que, desgraciadamente, todos llevamos en nuestras venas. Quitemos el argumento de la guerra y la paz de las manos de los políticos que, por siglos, lo han tomado como trampolín para hacerse con el poder y con todo lo que tener el poder, en un país corrupto, significa. La paz no la va a lograr solamente un acuerdo, sino el cambio de pensamiento de todos los colombianos.


jueves, 18 de agosto de 2016

Educación Waldorf y Antroposofía


​Por Pacelli Torres

Corresponsal del Chicamocha News en Europa

A principios de Julio obtuve mi certificado internacional como profesor Waldorf. Este curso, de dos años de duración, fue una experiencia muy enriquecedora que quiero compartir hoy con mis lectores y que espero replicar en Málaga en un seminario que estaré dictando en Septiembre en las instalaciones el Jardín Infantil El Oso Meloso, donde también están disponibles los detalles.

Existen muchas diferencias entre la educación Waldorf y la educación tradicional. En Waldorf las materias se enseñan en bloques de tres o cuatro semanas de duración, a estos bloques se les llama épocas y constituyen las asignaturas principales. Por ejemplo, en historia, los estudiantes tendrían de 8 a 10 a.m. la clase principal, de 10:30 a 12:00 vendría la clase especial, que por lo general es jardinería, escultura, tallado en madera, costura, pintura o tejido. Tras la pausa del almuerzo vendrían lenguas extranjeras y luego teatro, coro, música o euritmia. El mismo esquema se repite con la siguiente época.

La otra gran diferencia es que no existen libros de texto, los alumnos hacen sus propios libros. Cada niño tiene un cuaderno para cada época y allí consigna artísticamente lo aprendido durante cada clase. Las clases comienzan con una oración a la que sigue una parte rítmica, luego la instrucción en sí, y finalmente la parte artística, que generalmente consiste en el registro en el cuaderno de época.

La educación Waldorf es la rama educativa del movimiento antroposófico, fundado por el filósofo austriaco Rudolf Steiner (1861-1925), a principio del siglo 20. La esencia de la Antroposofía, sin embargo, fue tomada de otro movimiento, la Teosofía que recoge las enseñanzas del Tíbet y la India traídas a occidente por Helena Blavatsky (1831-1891) a finales del siglo 19. El punto clave de la Antroposofía, es el desarrollo del ser humano considerado este como una entidad espiritual encarnada en un cuerpo material. La educación Waldorf toma en cuenta el desarrollo espiritual del estudiante y a partir de él se diseña el currículo y se prepara cada clase.

Rudolf Steiner hizo valiosos aportes a las ciencias sociales, la medicina y la agricultura, pero aparte de la educación Waldorf, se le conoce como el creador de la ciencia de la euritmia, que significa "movimientos bellos y armónicos". La euritmia puede usarse como arte escénico o como técnica terapéutica. Los niños y niñas en los colegios Waldorf aprenden euritmia desde los primeros grados y orgullosamente se ponen camisetas que tienen escrito: "yo se bailar mi nombre".

Una diferencia más con la educación tradicional es que en Waldorf no existen calificaciones. Al final del año el profesor escribe un reporte a cada estudiante describiendo sus cualidades, o en los primeros grados, un poema que el alumno recita al año siguiente delante de sus compañeros el día de la semana que corresponde a su nacimiento.

La primera escuela Waldorf se fundó en Stuttgart, Alemania en 1919. El dueño de la fábrica de cigarrillos Waldorf Astoria, era discípulo de Steiner y le solicitó a éste crear un currículo en las líneas de la Antroposofía para educar a los hijos de los trabajadores de su fábrica, de ahí proviene el nombre de Waldorf. La pedagogía Waldorf se ha extendido por todo el mundo, hoy en día existen más de mil escuelas Waldorf en 62 países. En Colombia, hasta donde sé, hay tres en Antioquia y una en Chía, Cundinamarca.

Al cumplirse casi cien años de su existencia, la educación Waldorf se mantiene siguiendo las directrices de Steiner y podría decirse que este tipo de educación se hace más y más necesaria en nuestros días como antídoto al desgano y la apatía en que parecieran vivir constantemente las nuevas generaciones. Incluso si no estamos directamente relacionados con el sector educativo, existen muchos elementos de la educación Waldorf que podemos integrar en nuestras vidas.

Reitero pues la invitación para mi seminario en Septiembre en el Oso Meloso de Málaga.

jueves, 21 de abril de 2016

En la ciudad eterna

Por Pacelli Torres

 Corresponsal del Chicamocha News en Europa

Durante la Semana Santa tuve oportunidad de visitar Roma, la llamada Ciudad Eterna. Este apelativo se ajusta perfectamente, pues aún se conservan edificaciones que datan de épocas muy remotas. Hay monumentos de más de 2.000 años levantados por los romanos. Uno de los más impresionantes es el Panteón, el templo de todos los dioses, y que luego fue transformado en iglesia católica. El Panteón está coronado por la cúpula más grande del mundo, (43.3 metros de diámetro). Los expertos aseguran que hoy en día sería imposible reconstruirlo sin la ayuda de computadores. Pero una cosa sería reproducirlo y otra concebir la idea original. La mayor genialidad está en su diseño, aunque desde el punto de vista de la ingeniería es una maravilla. Miguel Ángel, 1.500 años después de su construcción, comentaba que aquella no parecía obra humana, sino hecha por ángeles.

Otros edificios perduran convertidos ya en ruinas, pero el tamaño de las columnas y arcos que aún se mantienen en pie dan una idea de la majestuosidad que tuviera desde entonces la ciudad. A los lectores interesados les recomiendo buscar en internet el Panteón de Roma y el Foro Romano.

Hoy en día Roma es una ciudad moderna y cosmopolita, muy visitada por turistas y de alguna forma un poco dejada y sucia. Su población está matizada por inmigrantes del norte de África y de otras regiones que buscan en Europa un mejor porvenir.

También tuve oportunidad de visitar el Vaticano, el país más pequeño del Mundo y que queda dentro de la ciudad de Roma. Algún emperador ordenó rodear el Vaticano con murallas para su protección y esas murallas todavía existen.

Entre los edificios que lo componen están los pabellones de los Museos del Vaticano  la colección de arte más grande del mundo, después del Louvre de París. En dichos museos se encuentra la Capilla Sixtina, sobre la cual escribí en la edición pasada, y que ahora tuve el privilegio de visitar en persona.

El edificio más importante, sin embargo, es la Basílica de San Pedro, que corona la plaza del mismo nombre. Ambas fueron diseñadas por Miguel Ángel Buonarroti, en 1547, cuando ya contaba con 70 años. Miguel Ángel fue también el responsable del diseño del uniforme de la Guardia Suiza, el cuerpo de vigilancia del Vaticano, este uniforme es bastante colorido y perdura hasta nuestros días.

Mi estadía en Roma culminó asistiendo a la misa de resurrección celebrada por el Papa Francisco. En mi niñez solía ver dicha celebración por televisión y nunca pensé encontrarme presente allí algún día. Desde esa época recordaba que la bendición del Santo Padre se llama Urbi et Orbi, para la ciudad y el mundo, y que es promulgada en varios idiomas. Lo que no sabía era que conlleva un mensaje de indulgencia, es decir el perdón de los pecados a los presentes, y que se ha extendido a quienes la sigan fielmente por radio o televisión.

Seguramente mis lectores habrán escuchado el dicho de que "todos los caminos conducen a Roma." Esa radiante mañana de domingo, junto al obelisco del centro de la plaza de San Pedro, estuve pensando en todos los caminos que en mi vida he recorrido y que culminaron llevándome a Roma, y llegué a la conclusión de que los caminos son en realidad el pensamiento y los buenos deseos de la gente que me ha acompañado durante tantos años, y cuando pienso en ello, me doy cuenta de que no se trata sólo se mis familiares y amigos. Muchas personas, que incluso no he conocido personalmente, contribuyeron a ello, desde el agricultor que cultivaba las frutas y verduras que yo compraba en el mercado, hasta el ama de casa que alguna vez ha comentado sobre mis artículos, de todos ellos existe un trozo en mi interior, y son sus buenos deseos los que han pavimentado mi camino. Es por eso que cuando se dice que todos los caminos conducen a Roma siento que el camino en realidad lo forman todos ustedes, y que todos estuvieron presentes allí conmigo. Siguiendo pues la recomendación del director del periódico, por todos ustedes elevé una plegaria desde la Plaza de San Pedro en el domingo que resurrección.

jueves, 25 de febrero de 2016

Nicolás Maquiavelo y su libro “El Príncipe”

Por Pacelli Torres

Corresponsal del Chicamocha News en Europa

El término "maquiavélico" lo usamos en el lenguaje diario, queriendo significar algo malintencionado o con un segundo propósito. El origen de este apelativo data del año 1513, en el que Nicolás Maquiavelo, estando en la cárcel, escribió su libro "El príncipe". En él se presentan las directrices de cómo un gobernante debe conducir a su pueblo.

Nicolás Maquiavelo (1469-1527) nació en el pequeño pueblo de San Casciano, a unos 15 kilómetros de Florencia, Italia. Sus padres eran ambos de familias cultas y de orígenes nobiliarios, pero con pocos recursos a causa de las deudas del padre.

Entre 1494 y 1512 Maquiavelo estuvo a cargo de una oficina pública. Viajó a varias cortes en Francia, Alemania y otras ciudades-estado italianas en misiones diplomáticas. En 1512 fue encarcelado por un breve periodo en Florencia, y después fue exiliado y despachado a San Casciano, bajo la acusación de haber conspirado contra los Medici, esta era una poderosa e influyente familia del Renacimiento en Florencia, entre cuyos miembros se destacaron cuatro papas, numerosos dirigentes florentinos, miembros de las casas reales de Francia e Inglaterra y que sobresalieron por ser mecenas, patrocinando desinteresadamente a los artistas y científicos de su época. El Príncipe fue dedicado a Lorenzo II de Medici, duque de Urbino, en respuesta a dicha acusación, y a modo de regalo.

Según Maquiavelo, el ejercicio de la política contradice con frecuencia la moral y no puede guiarse por ella. La conservación del Estado obliga a obrar, cuando sea necesario, en contra de la fe, la caridad, la humanidad y la religión. Esto requiere, en contradicción a la filosofía de Platón, dejar de idealizar gobiernos y ciudades para inclinarse a estudiar el pueblo y su comportamiento real.

A continuación resumo y comento algunos de los postulados presentados en El Príncipe:

1.      Quien trata de ser bueno todo el tiempo está condenado a la ruina. Un gobernante debe aprender a NO ser bueno y usar ese conocimiento, o abstenerse de usarlo, según le convenga.

En las campañas políticas lo vemos a menudo. Para lograr el progreso y el bienestar, un candidato nunca nos habla de reforzar los valores personales, de poner amor en todo lo que hacemos, de mantener armonía con los semejantes, de ayudarnos los unos a los otros y trabajar por la paz donde quiere que estemos. Si alguien les dijera a los potenciales votantes que son dueños de su propio destino y que depende de ellos desarrollar sus propias ideas, nadie votaría por él. En cambio, si promete crear empleos y que la plata aparecerá de repente como por arte de magia, a sabiendas de que eso nunca se cumple, el pueblo siempre votará por él. El político sabe que no está siendo honesto, pero si fuera honesto no conseguiría votos. La verdad es que somos potencialmente perezosos y si alguien se ofrece a hacer todo por nosotros, aceptamos gustosos su oferta. A eso se refiere Maquiavelo cuando habla de conocer la verdadera naturaleza del pueblo.

2.      La gente común siempre se fija en las apariencias, y el pueblo está formado, principalmente, por gente común.

Este punto tiene que ver con el anterior, lo importante no es ser bueno, sino pretender que se es.

3.      Las masas deben ser bien tratadas o aplastadas. Los términos medios deben evitarse. El pueblo se puede curar de heridas leves, pero no de heridas profundas. El daño que se hace, por lo tanto, debe ser de tal naturaleza que quien lo hace no tenga miedo de ningún tipo de venganza.

4.      Un gobernante debe delegar las tareas difíciles y mantener las fáciles para él.

Maquiavelo pone el ejemplo de César Borgia. Cuando el pueblo se sublevó contra él, Borgia comisionó a un pacificador que brutalmente dominó  a las masas. Una vez que el pueblo había sido apaciguado, Borgia llevó a juicio al pacificador y éste fue condenado a una muerte igualmente brutal. Enseguida organizó festines para todos y el pueblo estuvo otra vez del lado de su mandatario.

El gran consejo que Maquiavelo da a los gobernantes, es que es mejor ser temido que amado. Lamentablemente algunos toman este consejo como un dogma y lo aplican, no sólo en la política sino en las relaciones interpersonales y tristemente también en la educación.